Arquitectura y otros elementos urbanos en la ciudad de Bogotá en tiempos de la vida de Julio Garavito Armero 1865 – 1920
Por: MARIA DEL PILAR LÓPEZ
Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional de Colombia


Introducción
Se trata de presentar un panorama de la ciudad de Bogotá, un reconocimiento de los cambios que se fueron dando en la ciudad en la que vivió Julio Garavito Armero (1865 – 1920), quien trabajó en uno de los edificios más emblemáticos de la historia de la arquitectura de la ciudad. Teniendo como referencia la arquitectura se busca destacar los cambios que se fueron presentando en el transcurso de diferentes momentos de la vida de Garavito, a partir de su nacimiento, niñez, juventud, estudiante universitario, profesional docente y científico destacado, hasta su fallecimiento. Una época en la que se fueron transformando diversos espacios urbanos como fueron las plazas y las importantes calles, donde surgieron nuevos edificios, parques cercados, estatuas emblemáticas y una dotación que fue modificando el paisaje de la ciudad. No se desconoce que la transformación fue lenta y que la mayor parte de la extensión de la ciudad mantuvo el aspecto que tenía antes de la independencia, inclusive en la apariencia de sus habitantes con la presencia de la ruana, el sombrero de paja, el pañolón y la falda de vuelo de las mujeres transitando por las calles, al igual que los “chinos” bogotanos que en el siglo XIX y comienzos del XX constituyeron un mundo complejo estudiado por poetas y humanistas. Se parte del edificio del Observatorio Astronómico cuya forma y presencia se mantuvo casi intacta en el transcurrir de los 120 años y cuya configuración formal marcó la ciudad. En este escrito se destacarán aquellos elementos que fueron surgiendo en la ciudad como nuevos y originales testimonios materiales relacionados con los edificios, los monumentos y lugares que fueron surgiendo en el espacio urbano de Bogotá, en el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX, cuyos valores formales fueron relevantes en el proceso de cambio de la ciudad en los diferentes momentos de la vida de Garavito. Se organizó el texto en seis apartes teniendo en cuenta la correlación entre los hechos y situaciones importantes en la vida de Garavito, así como los hechos y el desarrollo que tuvo la arquitectura en la ciudad. Este recorrido en el tiempo se hace desde la calle, desde la plaza identificando los nuevos edificios desde sus fachadas, así como la aparición de la plaza jardín y la escultura urbana. En un primer apartado se hará referencia a tres proyectos de Petrés que impactaron en la ciudad y se han considerado emblemáticos por su técnica, belleza y originalidad, obras que permiten tener una aproximación más clara de la línea clásica que desarrolló, y que fueron un importante referente de la arquitectura que se adelantó durante el siglo XIX en Bogotá. Fray Domingo Petrés proyectó para la ciudad uno de los primeros elementos formales que afectó el paisaje urbano, la Pila de Agua de San Victorino, su obra más temprana. El segundo proyecto es el Observatorio Astronómico, construido, por encargo de José Celestino Mutis, un edificio pequeño y compacto, con los mínimos componentes formales, pero sin dejar ese atractivo artístico, siempre regido por las normas de la Academia. El edificio se terminó en 1803, con una arquitectura donde Petrés dejó las bases de unas nuevas formas artísticas de clara tendencia neoclásica, lo que seguro impactó en la ciudad. Para unos, como un edificio para admirar y para otros, como algo singular y raro que no se entendía del todo. Por último, una obra que se podría considerar monumental para la ciudad de Bogotá, la Catedral. Propuesta en su gran mayoría por fray Domingo de Petrés, ésta vendría a ser una cuarta intervención en la historia de la Catedral de la ciudad, la cual seguirá teniendo continuas modificaciones desde la segunda mitad del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Es evidente que la fachada es de un clasicismo sobrio donde se articulan con armonía las líneas verticales y horizontales sin dejar nada al azar.



El Contexto del Nacimiento y Educación de Julio Garavito Armero

Entre 1848 y 1865 año en que nació Julio Garavito la ciudad casi era la misma que la de cincuenta años atrás, edificios entre una y tres plantas, de fachadas pañetadas, vanos irregulares y por lo general una composición asimétrica. En este aparte se destaca la iglesia de Santa Bárbara donde se bautizó el 7 de enero de 1865 a Julio Garavito Armero, y en donde también bautizaron a cinco de sus hermanos. Durante esta primera época previa a la vida de Garavito la ciudad tuvo muy pocos cambios en el espacio público, pero a la vez estos fueron muy significativos. En la Plaza Mayor se colocó en 1846 la escultura de Simón Bolívar realizada por el escultor Pietro Tenerani. Esta obra fue proyectada por iniciativa particular, financiada por José Ignacio París Ricaurte quien decidió entregarla al Congreso con el fin de que el Estado montara un monumento para la ciudad. Se ubicó en donde funcionaba desde el siglo XVI la fuente pública de la Pila del Mono, la cual se trasladó a la Plaza de San Carlos. Fue el primer monumento de la ciudad permaneciendo como único durante treinta y cuatro años. En la misma plaza también se dieron significativos cambios arquitectónicos. Entre 1845 y 1846 se realizó la demolición del frente de la manzana occidental de la Plaza de Bolívar para construir las Galerías Arrubla. Es así como fueron desapareciendo, de norte a sur, el Palacio de los Virreyes, el despacho de los virreyes, la sede del Cabildo que tenía balcón con dos arcos y columna central, el despacho de los alcaldes y en la esquina la cárcel chiquita. Las Galerías Arrubla, consistían en un enorme edificio de tres pisos, que fue surgiendo en el extremo occidental de la plaza de la Catedral, tenía en su planta baja unas galerías abiertas con vanos adintelados. Allí se estableció un diverso comercio de librerías, confiterías, tiendas de moda y correos. De otra parte, en el mismo edificio se tenía acceso a diferentes dependencias del gobierno. Pero algo fundamental es la forma del edificio. Las Galerías se concibieron como una construcción sobria y funcional. En su fachada, se distribuyeron treinta y dos intercolumnios a partir de un módulo regular que se replicó en el primero y segundo piso con algunas variaciones. Se recurrió a columnas de sección rectangular con muy poco ornamento, aludiendo a la regularidad clásica conformando una maya geométrica pues respondía a una función práctica y racionalista. Algunos elementos de orden ornamental como las columnas redondas de orden dórico, adosadas a las columnas rectangulares sobre el frente de fachada le daban al edificio ese valor de estilo clásico. Un año antes de iniciar la construcción de las galerías ya se había visto la necesidad de construir un edificio que representara al Gobierno. Se hace referencia a la necesidad de traer profesionales extranjeros y a la invitación que el presidente Tomás Cipriano de Mosquera, le extendió al arquitecto danés Thomas Reed, a quien se contrató para realizar los planos del edificio de gobierno, futuro Capitolio Nacional a partir de 1846. Esta fue una etapa que se desarrolló en entorno al nacimiento de Julio Garavito Armero en la cual se empezaba a descubrir cuál sería la línea arquitectónica que la ciudad desarrollaría para ir caracterizando las calles y las plazas. Fue en este periodo, entre 1865 y 1886, en el que Julio Garavito recibió las primeras clases de sus estudios básicos. Ingresó al Colegio de San Bartolomé en 1875 y se graduó de bachillerato en 1884, no sólo se hace referencia a la arquitectura del colegio de San Bartolomé también se menciona algo de su funcionamiento particularmente relacionado con el desarrollo de la ciencia. Se retoma la plaza de Bolívar donde la escultura del libertador había permanecido sobre su pedestal en piedra, protegida con el pequeño cercado de hierro. Este pedestal de piedra, durante este periodo se cambió por uno de mármol y la estatua cambió de posición orientándose el Bolívar hacia el futuro Capitolio Nacional. De igual manera fue cuando se empezó a transformar la plaza en parque-jardín. También se destaca la construcción del monumento a los Mártires de la Patria cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto Thomas Reed y ejecutado años más tarde por el escultor Mario Lombardi. El cuerpo principal corresponde a un obelisco con basamento, instalado sobre un pedestal y en las esquinas cuatro figuras de mujeres que representaban la paz, la gloria, la justicia y la libertad, realizado totalmente en piedra. Fue una época en la que se construyeron varios monumentos en la ciudad como la estatua del general Francisco de Paula Santander, inaugurada en la antigua plaza de las hierbas en 1878. También este pedestal junto con la escultura se protegió con una pequeña cerca de barrotes de hierro para tratar de evitar el vandalismo. También se habla del templete, construido en su totalidad en piedra, en honor a Simón Bolívar, llegando a ser el monumento mas grande que se levantó en la ciudad. Similar a los templetes italianos, destacaron las ocho columnas de orden dórico con su entablamento, rematando en una sencilla cornisa donde descansaba la cúpula labrada en piedra. Otra de las obras que en la década de los ochenta fue ejemplo de cambio de gusto hacia un neoclasicismo. Lo mismo sucedió con los teatros, como el Municipal que, como edificio cultural del estado, tuvo como fin promover en la ciudad las artes escénicas, bajo una política estatal. Es interesante que siguiendo la línea clásica, en el segundo nivel del cuerpo central se ubicó una galería de cinco columnas exentas, de orden compuesto, las cuales enmarcaban cuatro grandes ventanales terminados en arco de medio punto. También en este aparte se incluyó el surgimiento de los cafés, que al igual que los teatros, los cafés fueron otros lugares que empezaron a caracterizar y dinamizar las calles con la afluencia de gente.



Entre la Ciencia y la Ciudad: Julio Garavito y la Transformación de Bogotá durante la 'Regeneración' (1886-1899)

Este periodo entre 1886 y 1899 parte de una nueva constitución que da paso al conocido periodo de la “Regeneración”. Se regula la educación que estaba asentada sobre bases liberales, en el marco de un sistema abierto y universal, democrático y libre sin diferenciación social y es en este tránsito cuando en 1885 Garavito ingresa a la Universidad Nacional para adelantar sus estudios de ingeniería, graduándose en 1891. Desde este mismo año empieza a dictar clases en la Universidad, una actividad que será enriquecida por el vasto trabajo de investigación que fue realizando en el Observatorio Astronómico del que fue director a partir de 1893 hasta los últimos días de su vida. Es de destacar que durante las cuatro últimas décadas del siglo se formaron muchos colombianos en diferentes campos profesionales, lo que permitió alternar con los extranjeros en el desarrollo de diversos proyectos ingeniería, construcción y entre otros, los científicos. Otro hecho a destacar durante este periodo es el matrimonio que Garavito contrajo con María Luisa Cadena Reyes, realizado en la antigua Iglesia de las Nieves en 1893. De suma importancia en la vida de Garavito fue el edificio del Observatorio Astronómico ya que en esta época se le nombró director del mismo. Para la segunda mitad del siglo XIX el Observatorio fue un edificio muy tradicional en la ciudad, sencillo y elegante, al que no se le modificó su apariencia, permaneciendo su fachada con el refinamiento de sencillos elementos formales de origen clásico. Solamente cambió el remate superior del cuerpo que pertenecía a la escalera y la intervención que se hizo al jardín, y ambas modificaciones afectaron la fisonomía de la ciudad. La construcción de la cúpula giratoria, su instalación y funcionamiento, fue desde 1884 un constante problema para los directores, pues al parecer nunca funcionó bien. Sin embargo el Observatorio, se mostró a la ciudad con otra imagen, al hacerse visible la cúpula movible que sería objeto de curiosidad de muchos cambiando en algo paisaje urbano. También se hace referencia a la aparición de la primera arquitectura de los bancos. Fue el edificio del banco de Colombia construido en 1875, el que mostró una fachada vigorosa, construida con el impulso de empresarios particulares, quienes invirtieron en sedes dignas que los representaran. En este banco predominan los elementos clásicos distribuidos en los tres pisos. En el central se ubicaron cuatro grandes columnas de orden compuesto, apoyadas en su pedestal, con basa y capitel, las cuales sobresalían de la fachada, destacando el edificio en su entorno urbano. Fue para 1880, recién se había iniciado el segundo intento de construcción del Capitolio Nacional, cuando la Plaza de Bolívar tuvo importantes transformaciones pues fue la primera plaza de la ciudad en transformarse en parque, generando en los habitantes un cambio drástico en su relación con el sitio. La Plaza Mayor, posteriormente la Plaza de Bolívar había congregado a la ciudad en actos públicos de gran significado para todos los ciudadanos. Con la construcción de un parque al interior de la Plaza, aunque no se perdió totalmente el sentido de convocatoria de la población, si se sectoriza, más si la zona de recreo se cerca con una reja de hierro. También en 1884 se fundó el primer sistema público de transporte, el Tranvía Municipal, que era jalado por mulas. Sólo hasta diez años antes de la muerte de Garavito el sistema de tracción animal fue reemplazado por vagones eléctricos.



Bogotá a Inicios del Siglo XX

Los cambios entre 1899 y 1910 fueron significativos en la ciudad. En 1900 falleció la madre de Julio Garavito, Doña Dolores Armero de la Cala, y cuatro años después pierde a su querido hermano José María. Para Garavito este periodo fue una época tanto de intenso trabajo como de gran desconsuelo. En este tiempo vivió el gran incendio de las Galerías Arrubla y en su transitar diario, entre su casa ubicada en la antigua calle de los Plateros y el Observatorio, pudo observar la reconstrucción de los edificios que formaron los límites sur y occidental de la Plaza de Bolívar. Con el incendio la Plaza perdió una de las construcciones que durante medio siglo había sido una de las más emblemáticas para la ciudad, no sólo por su altura y forma racionalista sino por el servicio que prestaba a la población. Se nombró el tránsito entre las galerías Arrubla y el desarrollo y culminación del nuevo edificio del Palacio Liévano o Palacio Municipal, que no sólo engalanaría la plaza sino que recuperaría todos los servicios, entre ellos el comercio. Se explica como el ingeniero Indalecio Liévano y el arquitecto francés Gaston Lelarge lograron un proyecto original con importantes referentes a la arquitectura francesa y con ornamentación de Ramelli, quien desarrolló una interesante obra en Bogotá introduciendo el ornamento en la arquitectura como un elemento autónomo. El otro hecho de gran relevancia fue la organización de una exposición nacional para celebrar el Primer Centenario de la Independencia de Colombia 1810-1910. Se ubicó en un lugar atractivo, con infraestructura, amplio, en los terrenos conocidos “Bosque de San Diego”. Donde convergen la Avenida de la República o carrera 7 y hacia el occidente la antigua Alameda o Alameda Vieja. Se construyeron varios edificios con un gusto ecléctico y algo de Art Nouveau, teniendo como referencia la arquitectura de las exposiciones universales.



Transformaciones Urbanas y Personales: Bogotá y Garavito (1910-1920)

Finalmente, entre 1910 y 1920, en la ciudad surgieron otros edificios que marcaron una etapa de transición, y que a juicio de los conocedores de la historia de la arquitectura fueron de mayor aporte al enriquecimiento urbano. De igual manera es relevante destacar que en esta última etapa de la vida de Garavito falleció su esposa María Luisa Cadena en 1916. Garavito no pudo ver terminado el Capitolio Nacional, un gran edificio que representaba la fuerza y estabilidad del Estado ya que el edificio no adquiriría su forma definitiva hasta la década de 1930, después de la muerte de Garavito. Pero sí logró ver el edificio cerrado en su contorno, con la fachada sur terminada sobre la Plaza de Bolívar, con su acceso monumental de columnas de orden jónico rematado en un continuo barandal del ático. Dentro de la pervivencia del historicismo sobre el modelo francés de gusto ecléctico son otras obras arquitectónicas las que se desarrollaron durante este último decenio y que se convirtieron en lugares de referencia para la ciudad, como fue la Escuela de Matemáticas e Ingeniería, a la cual de hace referencia, un edificio que se inauguró en 1913 y donde Garavito dictó algunas clases, después de haber trabajado como profesor de la Universidad Nacional en la sede del Convento de la Candelaria. Finalmente, el cementerio, intervenido en la década de los años ochenta del siglo XIX, alcanzó una importante consolidación. En cuanto a la tumba de Garavito se describió detalladamente, encontrando como sobresaliente la columna truncada con la representación de algunos astros. Una iconografía ligada a la muerte y a la personalidad de Garavito. Admiradores, amigos, familiares, académicos y científicos se vistieron de luto lo cual alude a la ausencia de luz, a la vez que se manifiesta el respeto y el dolor por la pérdida de un hombre que fue considerado por la multitud como un verdadero sabio, un amigo y un consejero.

































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